Me quedé quieto;
solo buscaba alguien con quien hablar
de la vida
y de cómo se escapa y de cómo atraparla
y de cómo hacer para vivir
si todo tiempo sin viajar es tiempo perdido,
si todo lo que me gustaría haber sido
ya no puedo serlo,
si de todas las vidas posibles elegí la del medio,
¿será que empecé a envejecer
y me olvidé de seguir creciendo?
Me olvidé de seguir siendo
y ahora soy solo eso
que flota y escupe
y duerme con los ojos abiertos:
yo soy el pez
que no murió por la boca
sino por los pies.
