Fugas/z

Solo un instante
y luego
siempre tan gato
te vas
sin saludar
sin mirar atrás.
Y otra vez
volar sobre el andén
hasta sentir
el amor fugaz
el tacto de las manos
tan sutil
tan cerca de ser beso
para luego morir
en cualquier vagón
y huir
por la estación
y prometer:
no me pienso volver a enamorar
por hoy.

Blanco

Hola otra vez
querida hoja en blanco,
amiga esperanza de papel,
estupida forma de decir
lo que me pasa
sin contarte nada.
Escribo asi
para que nunca me llegues a entender.
Tu indiferencia es un imán
para el idiota
que se cree payador.
Pobre tonto triste autor
de tantos versos
sin sentido, sin motivos,
sin destino, sin vos.
Pobre tonto sin dios,
sin inspiración,
escribe sin saberlo
preguntas al azar
¿qué aprendí de todo esto?
¿a qué ciencia
pertenece este dolor?
¿cuánto falta para saber
que somos dos?
Adios otra vez
querida hoja sin respuestas
querida herida
vida
nada
más que decirte ya
y yo aun
sin contarte
nada.

Postal

Qué va a ser de mis fantasías
cuando se gaste tu recuerdo
esa postal en mi retina
ese espejismo, injusto reflejo
dios castigue los espejos
que no te hacen honor.
Qué va a ser
cuando me olvide las ficciones
que construí por impulso
como un atajo a la esperanza
asi, cargado de ilusiones
qué va a ser de mi.
Esperando que el azar
traiga secuelas
que donde habia dos puntos
se haga una recta
es que no tengo la culpa
de haber pecado de iluso
prefiero culparte a vos
de este latido violento
mi postal perfecta.

En el baúl

Que insolente este desgarro,
este arranque de nada.
Pasearse por hojas chamuscadas,
olvidos no olvidados,
ramitas a medio quemar.
Y después como si fuera poco
creerse atleta del color,
bailar sobre el blanco,
cantar a viva voz
otra vez nada,
como si algo te empujase,
como si fuese tan fácil
romper los relojes,
vivir la espera almohadón.
Y asi derrochar la elocuencia,
total las redes del dolor
poco aprietan
y otro tanto acarician
la confusión.
Esta pasión de glaciar
me sabe a deshielo
de estación.
Otra vez primavera
ocasión de reveer
los manifiestos,
otra excusa para hurgar
en los rincones más honestos
del recuerdo.
La canción inconclusa
será otra vez la excusa.
De nuevo el ciclo
me devuelve a la nada.
De nuevo pienso,
es tan difícil
hacer del corazón
un edredón.

¿Quién era yo?

¿Quién soy?
La piedra en tu zapato,
la piedra corazón,
el hijo del insulto,
el dueño del crayón
y de tantas otras
piezas de colección.
Volantes voladores
en estantes,
ahora, después, antes
(bolsillos baúl).
Soy la parte de los dos
que más apuesta,
y más derrocha;
el payaso de sonrisa pintada,
ciclotímico bufón
de corte y confección
y blocks rayados.
Soy el que calla y otorga,
el que cede y concede
y cree que todo es canción;
el que habla en lirios
pero camina en prosa,
el que viaja de noche
en trampolines camión.
El que no cree que sean
las mochilas las que nos separan.
El más autista de los dos.

Soy el artista atormentado
y vos el gato
siempre subido a otro árbol,
siempre la musa
detrás del celofán.
Soy el que no mira pero ve,
el que toma apunte,
el que tiene que soplar
y se cree viento
pero le pesan tanto las nubes
que te llueven a vos
y gritan tormenta
con su aliento gris.

Soy el que piensa
que todos los momentos,
todas las pausas, los silencios,
todos los tiempos muertos,
todo, hasta los sueños,
es de color.