Ana

Otra vez
la mujer lobo
no puede dormir.
La luna brilla
y entonces yo le leo
algo que otro escribió,
un mimo intelectual.
¿Nadie te leía cuando eras chica?
¿Es por eso que sos como sos?
Mujer y también lobo,
mar y marea,
casi siempre sola,
casi siempre dios.

Mi amor de mierda
se asemeja a la muerte,
es morir de miel.

Vienen tiempos mejores

Estoy tan triste
que podría vomitar sangre,
escupir pedacitos de pulmón,
dejarme estar, dormir,
morir sin haber cambiado,
sin haber rozado siquiera el amor.

Evanescer

¿Y de dónde sacaste eso
de que podías ser vapor?
Porque este juego
de darme vuelta y que no estés,
de dar vueltas y vueltas
y que de vuelta no estés,
me está mareando el corazón.

Golem

Te pido que vengas,
que te aparezcas y cobres vida
como un golem
pero sin brutalidad, sin sumisión.
Que vengas
y escuches lo que tengo que decir;
perdón por esperarte sin buscar,
perdón por pedirte yo que vengas,
perdón por creer que por mi cobraste vida,
perdón si este poema no es poesía.

En la ciudad

Atardecer al fin
como a las cinco de la tarde,
veintisiete pisos de horizonte gris;
al rato
una estrella fugaz
aterriza en aeroparque.
De la canilla sale el agua
y no piedras de colores,
que lástima. Ahora contamos las estrellas,
dos y ni una nube.
Después me pedís que me quede a dormir
pero mañana tengo cosas que hacer;
vivir en la ciudad es envejecer.

No Aniversario

Ya un año sin Baldosas,
y dos o más sin Gatos,
y todavía más atrás
Wineberg 2-7-0, la Luna,
la Colorada
y todas las imposibles,
todas las cartas del cajón.
Vivo con la nunca hacia adelante
retomando otra vez
el mismo invierno, el mismo error;
hoy se cumple otro año más
de nada que festejar.